domingo, 26 de diciembre de 2010

Enfermos renales, cuidado con el potasio estas Navidades!


Para los pacientes con enfermedad renal, el potasio tiene el mismo significado que el azúcar para las personas diabéticas. Al igual que el sodio y el fósforo, los niveles sanguíneos de potasio deben controlarse a partir de los alimentos ingeridos. Cuando aumenta su concentración en sangre, los pacientes sienten un hormigueo peculiar que avisa de que se ha superado la cantidad adecuada. Con la Navidad llegan los turrones, mazapanes y polvorones, ricos en hidratos de carbono, que se traducen en calorías y exceso de potasio, y que nos obligan a controlar su ingesta. Los nefrólogos invitan a velar por la salud de los riñones, en especial, durante estos días.
No es cuestión de comer menos, sino de comer mejor. En Navidad, las personas con enfermedad renal crónica deben vigilar la ingesta excesiva de líquidos, frecuente en las copiosas comidas, para evitar situaciones de sobrecarga de volumen que pueden provocar dificultad respiratoria e insuficiencia cardiaca congestiva. Además, es necesario caminar, pasear o ir en bicicleta.
Si comer en exceso no es bueno para nadie, menos aún para los enfermos con patología renal y para la población de riesgo: personas hipertensas, obesas, con niveles de ácido úrico elevado (hiperuricemia) o diabéticas mal controladas. Comer o cenar en exceso marisco, bebidas alcohólicas y demasiada sal puede causar episodios de artritis, crisis hipertensivas o gota en los enfermos renales que, de forma habitual, ya tienen el ácido úrico elevado y padecen hipertensión arterial. 

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